31 mayo 2013

Cooling Tower



En uno de los últimos viajes, decidimos trasladarnos de nuevo hasta tierras centroeuropeas para visitar nuevos lugares, entre ellos, esta torre de refrigeración abandonada.

Todo comienza un día de primeros de año a las 6 a.m. en el aeropuerto del Prat de Barcelona. Embarcamos al avión que nos llevaría destino a la capital belga y nada más llegar, rumbo al hotel a dejar los equipajes, armarnos del material fotográfico necesario y abrigarnos hasta arriba ya que la temperatura marcaba unos varios grados bajo cero, aunque el ambiente no podía ser más gélido ya que una semana anterior todo se encontraba totalmente cubierto de blanco y la semana posterior al viaje, también.

Tras ello, nos embarcamos en el coche y ponemos rumbo a este increíble lugar...


Conocida como la Cooling Tower, este tipo de estructuras se utilizan con la intención de refrigerar el agua que alcanza temperaturas excesivamente altas al ser utilizada en centrales nucleares, plantas térmicas, plantas de energía y otro tipo de grandes instalaciones industriales.

Esta en concreto, fue construida en 1920 llegando al máximo nivel de funcionamiento en 1960 y siendo una de las más importantes instalaciones industriales de todo el país pero, hace menos de 10 años, se vio abocada al cierre y desde entonces se encuentra totalmente abandonada.


Recientemente, muchos medios de comunicación a raíz de la aparición de un reportaje en una cadena de televisión, se han hecho eco de diversos lugares abandonados incluyendolos en una lista denominada "Los 33 lugares abandonados más bellos del mundo".

¿Os podéis imaginar qué lugar aparece en la vigésimo cuarta posición?


Poder acceder a un lugar como este es una sensación totalmente distinta al resto de lugares, su interior parece totalmente sacado de otro mundo o de película de ciencia ficción. Acompañados del eco de los graznidos de una gaviota e impresionados por la inmensidad de la torre, tenemos suerte de poder acceder por el lugar correcto a su interior.


Bloques curvos grisáceos sobre más bloques son lo que va formando toda composición de la torre.




Si miramos hacia lo alto decenas y decenas de metros sobre nuestras cabezas observamos la apertura superior de la torre.


En cambio, sobre nuestra altura y en la parte central se encuentra este inmenso agujero en forma de cono cubierto de musgo en su totalidad.




Bajo ningún concepto nos gustaría presenciar una caída por dicho agujero.



Camino al cielo o camino al infierno.




En la actualidad, muchas torres de refrigeración cercanas a los núcleos urbanos y que constituyen parte del patrimonio industrial de esas ciudades, se están viendo condenadas a su desaparición y demolición.


Y gran parte de culpa en este sentido, lo tiene el creciente incremento de energías alternativas mucho más ecológicas. Como prueba de ello, una empresa dedicada a este sector decidió crear el siguiente anuncio para publicitar su actividad.


En cambio, y por suerte, existen alternativas diferentes a la demolición de estas moles industriales.

En la población alemana de Kalkar, situada en la zona fronteriza con Holanda al norte de Dusseldorf, en 1972 se iniciaron las obras de una central nuclear que funcionaria con uranio enriquecido. Dicho proyecto, fue abandonado en 1991 debido a los accidentes nucleares de "Three Miles Island" en Estados Unidos y el de Chernobyl en 1986 en Ucrania.

Por tanto, y tras más de 3000 millones de euros invertidos, el complejo se desmanteló y nada más se supo de el hasta que en 1995, el empresario holandés Hennie van der Most, compró lo que quedaba de la planta Kalkar por 2,5 millones de euros y logró convertirlo en un impresionante parque de atracciones totalmente rentable, dando trabajo a más de 550 personas y con más de 600.000 visitas al año.




Sencillamente impresionante.




Continuamos con el recorrido con otra instantánea de la parte central de la cooling tower.


Las antiguas barandillas de madera servían como protección a la hora de acceder los operarios al interior de la torre.



En diversos círculos concéntricos a la base de la torre, existían pequeños pasillos desde donde poder controlar que todo se encontraba correctamente.



Por último, decidimos realizar unas cuantas fotografías de recuerdo puesto que el lugar lo merecía.



Junto con Ksilencio en otra tremenda exploración e inolvidable viaje.




25 mayo 2013

La colonia azul


Alimentada por la fuerza motriz del agua del río a cuyo lado se sitúa, esta colonia textil se inauguró a primeros del siglo XX

Durante la década de los años 60, en su mayor apogeo, llegó a dar trabajo a más de 400 personas entre todas sus áreas pero en los noventa se vio abocada al cierre. Desde entonces su estado ha ido poco a poco decayendo hasta llegar a un nivel bastante considerable de abandono y deterioro.

Se caracterizaba por el azul característico en todos los elementos de su fachada y que según fuentes se pintó de dicho color puesto que de esa forma se conseguía ahuyentar los molestos mosquitos que pueblan la ribera del río.

En la actualidad, existe un proyecto de rehabilitación de todo el recinto para dotarlo de nuevos usos multifuncionales.