A lo largo del siglo XIX y de la primera mitad del XX numerosos habitantes, en su mayoría jóvenes, se vieron obligados a emigrar en busca de una mejor fortuna a las antiguas colonias españolas y portuguesa de América, sobre todo a Brasil, Cuba, Argentina, Uruguay, Venezuela o México, a cuyos puertos llegaron con la intención de mejorar su situación económica, algo que les era imposible conseguir en sus lugares de origen.
Un indiano se puede considerar como un emigrante o descendiente de emigrantes españoles que, habiendo emigrado a América motivado por el afán de hacer fortuna, vuelve a su tierra natal.
En muchos casos estos emigrantes eran reclamados por sus familiares para que les ayudasen en sus negocios, que más tarde heredarían y llegarían a dirigir con notable éxito. Otros se quedarían en el camino y no encontraron más que el fracaso y desaliento en una suerte que les fue esquiva también al otro lado del Atlántico.
Muchos de los que lograron amasar una fortuna a base de no poco sacrificio y trabajo, retornaron, llegando a ser muchos de ellos benefactores de los lugares que les vieron nacer. De la añoranza por la tierra americana quedan las palmeras que plantaron frecuentemente a las entradas de sus casonas o palacetes de estilo colonial y que se convirtieron en el símbolo de los indianos que retornaron enriquecidos a su tierra nativa.
La labor de mecenazgo que llevaron a cabo estas personas fue notable en la España de aquella época, levantando escuelas, iglesias y casa consistoriales, construyendo y arreglando carreteras, hospitales, asilos, traídas de agua y de luz eléctrica, etc.
Hoy, practicamente en cada población del norte de la península podemos encontramos con algun vestigio de las antiguas viviendas indianas. Existen en la red diversas páginas que se encargan de recoger fotograficamente y documentalmente todas las casonas indianas de las distintas zonas.
Hace poco, el programa de Tve "Comando Actualidad" dedicó un reportaje completo a las casas indianas, explicado por los propios habitantes de estas casas y que creo que no tiene desperdicio, por lo que os recomiendo que tomeis una pequeña parte de vuestro tiempo para verlo.
Hoy os quiero mostrar una de estas mansiones, que a partir de los años 80 tuvo que ser dejada en el olvido por diversos motivos. Posteriormente, hace unos 12 años, la casa se restauró por completo tanto el exterior como el interior y el vallado exterior de forja, con la idea de venirse a vivir los propietarios desde México. Ya estando la casa lista, falleció tragicamente uno de los hijos del dueño, por el cual tenían la ilusión de venirse a esta casa pero a la cual nunca volvieron, volviendo a quedar así a la merced del paso del tiempo.
Sin más, ahí van las fotos: