11 octubre 2014

La Gran Fábrica Textil



La historia de este lugar se remonta a finales de la última década del año 1700, cuando se construye la mayoría de estos edificios empleándose para la fabricación de útiles agrícolas.

De 1830 y en adelante, durante 20 años, el complejo dejó de tener utilidad al encontrarse inmerso en grandes deudas por parte de los antiguos propietarios quedando totalmente olvidado, hasta que a mediados del siglo XIX, se reconvierte totalmente instalándose en sus edificios esta gran industria textil, cuya importancia para el sector sería muy elevada durante su época de vida útil.

En la segunda mitad del siglo XIX, se produce la expansión de este sector en el lugar coincidiendo con la crisis en la agricultura, la caída de los precios del cereal y la quiebra de la exportación ganadera. Entonces es cuando este tipo de industria entra con fuerza en distintas áreas deslocalizadas para abastecer de seda o lino el sector del lujo y semi lujo o de lino al sector de las viviendas agrícolas para uso doméstico.

Gran parte de la producción era destinada a la exportación hacia las antiguas colonias en Latino América, por lo que en dicha área se podían encontrar en funcionamiento a la vez la totalidad de 54 fabricas con la totalidad de practicamente 4000 trabajadores que vivían de ello.

Pero su verdadero auge se produce ya en el siglo XX a finales de la década de los 30 existiendo una totalidad de hasta 5900 telares en funcionamiento y llegando hasta los 8600 asalariados, convirtiéndose en practicamente el principal sustento industrial de la zona.

En la actualidad cuando realicé las visitas a mediados del año 2012 y comienzos de 2013 se encontraba totalmente abandonada pero recientemente adquirió un nuevo propietario que reside en una población cercana y se cerró a cal y canto, además de que se ha realizado labores de desbrozado en su interior y cerrado los accesos.



REPORTAJE FOTOGRÁFICO



Nos adentramos en el interior del recinto comenzando por esta zona en el cual se encontraban almacenados todos los ovillos. El estado del lugar unido a la humedad del recinto generaba unos colores, texturas y una decadencia que en pocos otros lugares he podido encontrar conservando su material original todavía allí anclado en el tiempo.

Al acceder nos encontramos primero con esta especie de percha para los ovillos que entonces sustentaba dos sudaderas supuestamente de antiguos trabajadores.



En la sala anexa todo el tejado se había venido abajo y el acceso era mas que peligroso ya que estábamos sobre un piso superior y en cualquier momento podía caer abajo sabiendo que existen varios pisos mas de altura.


Lo impresionante de este área es que todavía se podía encontrar totalmente colocado sobre las estanterías todos los ovillos que posteriormente se utilizarían para la realización de tejidos. Quedé totalmente enamorado de esta sala, se podían encontrar detalles se mirase donde se mirase. Un espacio totalmente anclado en el tiempo.










En otra parte de la sala la caída del tejado había producido que se viniera abajo también el suelo cercano adonde pisábamos. La decadencia era absoluta en este espacio, la lluvia y la humedad iba haciendo el resto.






Dejamos esta parte del complejo y pasamos a otro edificio anexo, este ya en mejores condiciones y más moderno. Al pasar de un área a otra nos encontramos con este sala donde se encontraba las escaleras que accedían a los pisos superiores e inferiores así como un gran ascensor montacargas.



En la sala anexa nos encontramos con una especie de almacén con una amplia cantidad de cilindros en los cuales se almacenaba el tejido.









Salimos de este edificio al exterior y nos encontramos con esta joya, la naturaleza vuelve a crecer allí donde un día le robaron su espacio.

Las raíces de este impresionante árbol que crecía en la ladera de la montaña se volvían a abrir paso entre un edificio llegando a introducirse su tronco en el otro creando una especie de puente natural. Esto fue otra de las cosas que más consiguió impresionarme del lugar recordándome al efecto que puede crear la naturaleza en lugares como por ejemplo el templo de "Ta Prohm en Camboya" o en el "Cementerio de Highgate en Londres", reportaje publicado anteriormente aquí en la web.


Llegamos a otro edificio cercano que fue utilizado como taller. Nada mas acceder nos encontramos con estas escaleras de madera que sin dudarlo ascendemos hasta la parte superior. Desde allí decido tomar estas 2 fotografías, una a través de la ventana y la otra de la sala en general.




En el piso inferior nos encontramos con todo tipo de objetos perfectamente colocados, bien por algún visitante anterior o que estaban así de entonces.



Lo curioso de esta sala era que toda esa zona superior a la cual se accedía por las escaleras en su parte final debido al paso del tiempo y al peso en su parte superior se había vencido hacia abajo y estaba aguantado tan solo por una tabla de madera que alguien colocaría allí.



A su lado, y totalmente comidas por el musgo y la humedad nos encontramos con unas antiguas y enormes chimeneas industriales. Esta zona era también totalmente espectacular.



Dejamos de lado este edificio y pasamos a otro del complejo en el que nos encontramos con los depósitos y la maquinaria con la que se prensaba el material además de donde se encontraba el tinte.




Justamente al lado nada mas abrir una puerta me encuentro con esta maravilla. Era el antiguo laboratorio de la fábrica, donde todavía se conservaba en su totalidad una amplia cantidad de polvos de colores que son los que daban el tinte a las fibras que allí se fabricaban. Esta pequeña sala consiguió dejarme alucinado y si uno se paraba a fotografiar detalles se podría tirar allí un largo y tendido rato.




Finalmente decidimos poner rumbo a otro lugar y así finalizar esta visita.