23 marzo 2014

Palacio del Canto del Pico



A 1011 metros de altitud y dominando el alto de una colina granítica nos encontramos con este imponente palacio que recibe su nombre debido a una roca cercana con forma de pico de ave.

De estilo eclecticlista, con predominio del neogótico, se construyó como casa-museo para conservar la colección de piezas artísticas y arqueológicas de José María del Palacio y Abárzuza, conde de Las Almenas. Se trata de un proyecto suyo personal y en el que no participó ningún arquitecto, construido por canteros de la zona entre 1920 y 1922.

El edificio albergó elementos arquitectónicos y decorativos representativos del arte español de los siglos XII a XVII. Entre ellos, se debe de destacar columnas y capiteles góticos procedentes del Castillo de Curiel, puertas traídas del Convento de las Salesas Reales de Madrid, techos de carpintería de Curiel de Duero, Toledo y Teruel y diferentes motivos ornamentales de la Colegiata de Logroño y de la Seo de Urgel.

También se exhibía el claustro gótico de la Casa del Abad, del monasterio cisterciense de Santa María de la Valldigna, (Simat de Valldigna, Valencia), que estaba instalado junto a la fachada oriental, pero después de un largo proceso de reclamaciones por parte de la Generalidad Valenciana, fue trasladado en 2007 a su lugar de origen, sin dejar réplica del mismo en el palacio.

A unos 500 metros del edificio se encuentran las ruinas del jardín, igualmente concebido y proyectado por José María del Palacio y Abárzuza, donde también hay depositadas diferentes piezas arquitectónicas pertenecientes a la colección de arte del conde.

El resto de la finca ofrece un aspecto agreste, aunque también fue objeto de distintas intervenciones, consistentes en inscripciones, bancos, escaleras y miradores, tallados en la roca.

En el siguiente vídeo obra del traceur Adrian Pueyo se puede ver el palacio entre las arriesgadas maniobras de este chico elevándose hasta lo más alto realizando Parkour. Una pasada.


Nos adentramos en el interior de la finca a través de un sendero que nos lleva hasta el propio edificio.



En los exteriores nos encontramos con restos del interior del edificio así como también con la antigua piscina del palacio.







Accedemos al interior por la misma puerta que se encontraba abierta y llegamos a las escaleras de acceso desde la cochera al interior del palacio.

A lo largo de la historia, muchas personalidades históricas pasaron por sus estancias. En una de las visitas al conde y mientras descendía estas mismas escaleras, falleció debido a un infarto el estadista Antonio Maura (1853-1925), que residía en una mansión cercana, denominada El Pendolero.





En memoria a esto en el rellano de las escaleras sobre una placa se puede leer: "Bajando por esta escalera, ascendió al cielo don Antonio Maura".


Cuando visitamos el lugar este se encontraba totalmente amordazado de viguetas y en muy mal estado de conservación. Una pena debido al singular edificio y la arquitectura que este posee, digno de ser conservado además de la historia que tiene.




Durante la Guerra Civil española, el Canto del Pico fue sede del Mando Militar Republicano y sirvió de cuartel a Indalecio Prieto (1883-1962) y al General Miaja (1878-1958), quienes dirigieron desde allí la Batalla de Brunete.



El palacio está cargado de detalles en todas las salas a las cuales vamos accediendo. Un claro ejemplo es este patio interior donde no faltaba ni un detalle, las puertas forjadas, el escudo heráldico, los remates con la figura del león...

Así era antiguamente...


Y esto es lo que queda de el en la actualidad.










Finalizada la contienda, el conde de las Almenas, regaló la finca y el palacio al dictador Francisco Franco Bahamonde (1892-1975), que lo utilizó como refugio cuando los servicios de información del régimen alertaban sobre la posibilidad de algún atentado. También acudía a la finca como lugar de recreo, donde llegó a crear una granja de ovejas, gallinas y abejas, que cuidaba en colaboración con el guarda.

Tras la muerte de Franco, la propiedad pasó a sus herederos. Su nieta, María del Mar Martínez-Bordiú, Merry, y el periodista Jimmy Giménez-Arnau, quienes fijaron allí su residencia a finales de los años 70 del siglo XX, después de contraer matrimonio.


Así era antiguamente esta otra sala, anterior a la salida del balcón.


Desde uno de sus balcones principales las vistas eran sencillamente espectaculares.




En el interior del palacio no faltaba entonces nada. Incluso tenía su propia capilla a la cual acudía el párroco de la población cercana para oficiar misa cuando el palacio se encontraba habitado. Hoy día poco queda de ella salvo los restos cromados en las paredes y los apuntalamientos evitando que se venga abajo.



Salimos finalmente al exterior tras la visita del perro del pastor que va por allí a pastar su rebaño.




Bajamos a la zona baja del recinto donde se encontraba un precioso patio decorado por columnas y antiguamente otros elementos decorativos de los que hoy día no quedan ni rastro.


En las décadas de los 80 y los 90 quedó abandonado a merced del paso del tiempo y de los frecuentes actos vandálicos que lo desolaron junto a un incendio en 1998.

Diez años antes, en 1988, Carmen Franco Polo vendió la finca entera a un inversor que tenía previsto construir un hotel de lujo en una de los más bellos parajes de la zona, pero jamás se llegó a construir.


Posteriormente fue declarado "Bien de interés cultural" pero ni si quiera esta declaración ha podido evitar o ha servido para tratar de conservar o restaurar este precioso e histórico palacio.


Hoy y quien sabe hasta cuando, esas almenas graníticas continúan tristes esperando un mejor porvenir. Ojalá y algún día, antes de que sea demasiado tarde, se realice algún tipo de actuación seria con la finalidad de preservar y conservar este palacio, el cual no dejará de ser historia de España.

Imágenes antiguas extraidas de "Todocolección.net" e información extraída de "Wikipedia"


06 marzo 2014

Dead Hotel



La pesadilla es un trastorno de sueño. Más específicamente, es una parasomnia relacionada con el sueño MOR. Consiste en que la persona que duerme tiene un sueño angustioso y tenaz, frecuentemente con sensación de opresión en el pecho y dificultad de respirar (ver parálisis del sueño). Las pesadillas tienen lugar durante períodos de sueño con movimientos oculares rápidos (la llamada fase MOR, en español "Movimientos Oculares Rápidos", también llamada fase o sueño REM, del inglés "Rapid Eye Movement"). Durante las mismas no existe movimiento del sujeto. Son más frecuentes entre los 4 y 12 años, y suelen disminuir según avanza la edad.

Dentro de cada pesadilla hay una historia, en ocasiones el sin sentido nos bombardea con imágenes y secuencias donde el dolor forma parte del ambiente.

Dead Hotel es una secuencia de imágenes creadas en dos hoteles abandonados que se encuentran en la misma región. Las grabaciones se tomaron el mismo día de la visita y exploración...

El resultado es una mezcla de angustia, misterio y desolación.







REPORTAJE FOTOGRÁFICO 


En el siguiente reportaje se muestran fotografías realizadas en dos visitas, la primera de ellas a comienzos de 2012 dedicada casi expresamente al vídeo y donde apenas realizamos fotografías dedicándonos más a disfrutar de un lugar que por aquel entonces estaba totalmente intacto. La segunda de las visitas es de comienzos de 2013 y ya se puede notar signos de vandalismo en su interior. Actualmente muchas cosas que se pueden ver en estas fotos ni existirán ya o estarán destrozadas seguramente.

Comenzamos el recorrido por la vivienda anexa al hotel, en la que imaginamos que vivirían los propietarios o incluso alojarían al personal del hotel. Sobre la repisa de una de sus ventanas nos encontramos con esta escultura en piedra de un gato que parecía totalmente real.


Nos adentramos ya en el hotel accediendo por la zona del salón comedor, posiblemente el comedor más bonito que jamás haya visto de un hotel abandonado hasta el momento. Con colores simulando la madera y todo todavía en su interior practicamente casi estaba preparado para volver a dar servicio a los cliente.


En la siguiente fotografía histórica que data del año 1947 se puede ver el mismo salón comedor en su época de funcionamiento. Es la única fotografía que hay en internet del lugar y he decidido omitir la información que tenía en ella.



Como vimos que esto prometía, decidimos reservar mesa para darnos después un banquete.






Salimos del comedor a través de una puerta acristalada que por aquel entonces estaba totalmente intacta. Hoy día esos cristales se encuentran hechos pedazos por el suelo.



Accedemos al área que primero veían los clientes al llegar al hotel, el hall. En el una placa conmemorativa condecoraba los primeros 75 años de existencia del local, en agosto de 1986, un año antes de que quien escribe incluso naciese.



Las escaleras de madera noble oscura eran una auténtica maravilla. En su primer rellano antes de acceder a la primera planta se encontraba el busto del fundador del hotel. En la segunda visita en enero de 2013 de este ya no había ni rastro.


Además el hotel tenía su propio despacho de peluquería y barbería. La foto vertical es de 2012 cuando la silla se encontraba en su lugar de origen, la horizontal de 2013 ya fuera de este. Al verla ahí decidimos volver a meterla a su lugar.



Las escaleras practicamente intactas junto con el busto del fundador en las siguientes 3 fotografías de comienzos de 2012. Impresionantes.




Subimos a la primera planta y nos trasladamos de nuevo a un año más tarde. Los pasillos estaban mucho mas destrozados y habían sacado los sanitarios de las habitaciones. Mientras tanto seguimos fotografiando las escaleras desde diversos ángulos.








Accedemos a la planta superior, faltando ya en este último tramo de escalera incluso las barandillas de madera. La luz de las ventanas en forma de cara iluminaban por completo ese área.




En sus largos pasillos había que ir sorteando los sanitarios que se acumulaban en estos.


Llegamos a la zona de habitaciones, esta en concreto era la más limpia y nueva de lo que quedaba en el hotel, más de uno ha dormido allí estando abandonado.


Pasamos a la habitación del frente en la que nos encontramos una pequeña cama individual junto a una cuna, ambas de madera maciza.





En otra de las habitaciones ya de la planta baja también nos encontramos con varias camas, alguna de ellas de reducidas dimensiones también.




En la parte contraria del salón comedor en la planta baja se encontraba el salón de estar o de ocio. En este es donde había una pequeña cantina junto a la televisión e imaginamos que los juegos de salón donde más de una partida se echarían sus clientes.


Por último, volvemos a los sótanos de la vivienda de los propietarios y encontramos la bodega. Decenas y decenas de botellas de vino apiladas todavía sobre las estanterías y una gran barrica. La verdad es que la zona para comer es una autentica gozada. Seguramente sea el lugar donde mejor he podido comer o cenar durante un viaje urbex hasta el día de hoy y a precios asequibles, nunca me cansaré de volver.




Y así finaliza el reportaje del "Dead Hotel". Espero que os haya gustado y hasta el próximo reportaje.