17 febrero 2012

Fort de la Chartreuse



 


El fuerte de "La Chartreuse" es uno de esos lugares en los que a cada paso que recorres a lo largo de sus interminables pasillos, vas sintiendo la historia que tras sus muros se esconde. Sin lugar a dudas, uno de los clásicos lugares abandonados europeos.

Construido entre 1817 y 1823, bajo el mandato holandés con el fin de proteger la ciudad, ocupa una extensión de más de 40 hectáreas en su totalidad y se sitúa sobre lo alto de un promontorio con fines defensivos dando cabida en sus instalaciones a una cantidad superior a los 2000 soldados en su época de utilización. En su anterioridad, ya existía construido un convento sobre dicho promontorio.

Desde 1914 a 1918, periodo comprendido por la I Guerra Mundial, el fuerte fue utilizado como una prisión alemana, al igual que ocurrió durante la contienda de la II Guerra Mundial.

Entre 1944 y 1945, el ejército estadounidense se hace con el control de toda la fortaleza y entonces se transforma en el Hospital General del 28º Ejército de los EE.UU.

Desde entonces, la fortaleza comenzó a ser dejada de la mano de dios hasta ser finalmente abandonada en 1988.

Hoy en día, todavía se puede sentir y observar los restos de aquellas diferentes ocupaciones a lo largo del tiempo. Sus destrozadas escaleras, el congelado ambiente que lo rodea, la abrupta vegetación que se abre paso a través de sus inmensos ventanales pero, sobretodo, las antiguas pinturas originales en sus muros hacen del fuerte de la Cartuja uno de los lugares abandonados que posiblemente mayor historia recojan bajo aquellos edificios y casernas militares hoy ya condenados al olvido.

REPORTAJE FOTOGRÁFICO












































Pinturas murales originales de la II Guerra Mundial







Pinturas murales realizadas durante el periodo de ocupación Estadounidense








Fotografías:
 - Interiores - Nacho Labrador
- Exteriores : Adolfo Torres