08 octubre 2010

El Cargadero de Mineral de Mioño

Inmersos en la costa, escondidos entre montañas y sobresaliendo de los acantilados muchas veces podemos encontrarnos con auténticas maravillas.

Maravillas que nos hablan del pasado de un territorio, estructuras vivas, gigantes que resisten el paso del tiempo, y que hoy dia son muestra de una actividad olvidada pero que en un pasado no muy lejano constituyó practicamente la principal fuente de ingresos para muchas familias y lugareños, la minería.

Con este reportaje nos introducimos a una senda del pasado, al camino del mineral, desde los cotos mineros hasta su traslado via marítima. Bajo nuestros pies la roca resuena ante nuestras pisadas, ante nuestros ojos un gigante adolece ante las batidas constantes de las olas bajo su único pie de hormigón y ante tu cerebro, la posibilidad de realizar un autentico viaje al pasado.

Preparate, ponte el casco... y ¡Allá vamos!.





HISTORIA




En 1896, justamente 10 años después de que Teófilo Seyrig (Colaborador de Eiffel) alzara uno de sus monumentos más conocidos, el Puente Luis I de Oporto, decide realizar el proyecto para la construcción de este importante cargadero. Este fue construido con el fin de sustituir un cargadero sobre pilotes que fue arrasado en el año 1894. La construcción la llevó a cabo la compañía belga J.L. Lecocq, que es  la misma que realizó el cargadero de Saltacaballo, situado proximo al de dícido.

En la instantanea de la derecha se puede contemplar su estado durante la fase de construcción en 1895




El cargadero de Mioño es el último superviviente de los siete cargaderos que existierón en la costa del municipio del tipo "cantilever", palabra inglesa que significa voladizo. Esta denominación se debe a que los cargaderos construidos hasta ese momento estaban apoyados sobre pilotes metálicos, mientras que los "cantilever" se construyeron a modo de una gran viga volada sobre el mar.
De esta manera los barcos podían cargarse en zonas de mayor calado y la estructura del cargadero estaba a salvo de los temporales y de la acción corrosiva del agua del mar.
Fotografía de 1896, recien finalizada la construcción.


Tenía dos pisos para la circulación de vagones, con doble vía cada uno. Cada piso terminaba en una tolva, superpuesta una con la otra de manera que alimentaban a la misma vertedera. Se podían cargar 200 tn por hora con este sistema. El el año 1929 se instala una cinta tipo Robins para el transporte del mineral.

Pero tras el estallido de la Guerra Civil, este lugar como muchos otros que ya os he presentado, tampoco quedaría exento de sufrir sus consecuencias. El 23 de agosto de 1937 el cargadero es dinamitado por las tropas republicanas a su retirada, quedando en pie únicamente el pilar de mampostería central.



Inmediatamente después se encarga la construcción de un nuevo cargadero a las compañías Basconia y Cortazar Hnos, según un proyecto de la oficina técnica de Altos Hornos, dueña de la explotación de Dícido en aquel tiempo. El cargadero reconstruido mantuvo las características del anterior, aunque con varias diferencias: solo tenía una plataforma para una cinta transportadora, situada a la altura del 2º piso del cargadero anterior, por lo que hubo que recrecer la pila central hasta dicha altura. Por la misma razón, la estructura necesaria era más ligera, disminuyendo el número de montantes y diagonales respecto al cargadero anterior. Se termino en junio de 1938 y se inauguró el 14 de julio.

 Por último, en el año 1996 se declara Bien de Interés Cultural, y a mediados del 2009 se rehabilita alargando así el paseo hasta poder llegar hasta el mismísimo cargadero y atravesar la montaña bajo aquellos tuneles que tiempo atrás tan solo veian pasar vagonetas y vagonetas llenas de mineral para ser cargadas en los navios.


REPORTAJE FOTOGRÁFICO



Respirando aire puro, con las preciosas vistas de los verdes acantilados...


...y con el cantábrico azotando la costa,


llegamos hasta las cercanías


del antiguo cargadero de mineral de dícido, situado en Mioño (Castro-Urdiales).


Su imponente estructura ferrea se puede divisar a kilometros y kilometros de distancia




Llegamos a los tuneles por donde antiguamente subian y bajaban las vagonetas, todas ellas cargadas de mineral. Si dejais llevar vuestras retinas hacia la luz podreis observar dos lineas paralelas que se correspondian con el antiguo trazado de los railes.






Sencillamente Impresionante








Y como el caracol que sale cuando nota que ha  habido agua en la cercanía, este gigante se esconde entre los precipitados acantilados de la montaña. Sin más, espero que haya sido de vuestro agrado. Un saludo. Nalabcer.

3 comentarios :

  1. Jorr, que curradas que se pegaban, y además sin los adelantes de hoy en día, todo artesanal. Veremos a ver cuando tiempo tarda el salitre en merendarse todo ese metal, porque al final me da a mí que acabará por desmoronarse. Una lástima.


    Saludotes

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  2. Sitio que quiero visitar, también los cargaderos (lo que queda de ellos) que hay en el siguiente pueblo siguiendo la costa.

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  3. Os hemos enlazado. Magnifico artículo

    http://www.arqueologiaypatrimonioindustrial.com/2010/10/el-cargadero-de-miono.html

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