Se acaba el verano y comienza el curso universitario, el curso escolar para los nanetes y el trabajo para muchos otros. Por mi parte, vuelvo a las andadas y empiezo con este reportaje del cual tenia hechas las fotos antes del verano y que por falta de tiempo aún no habia podido colgar.
Se trata de una cementera propiedad de una importantísima compañia de grandes construcciones y que hoy en día está a merced del paso del tiempo y sumida en un estado total de abandono. Por así decirlo, es uno de mis abandonos bautismales.
Empezamos por la parte alta de la fábrica, donde se encuentran estos inmensos engranajes que nos hacen idea ya de la inmensa maquinaría necesaria para la fabricación del cemento.
Al lado encontramos una de las chimeneas mas grandes de todo el recinto
Cambiamos de piso para explorar la zona alta de la fábrica, donde empezamos a observar los primeros restos de maquinaria, toda ella consumida por el óxido. Las escaleras que se observan en la foto están realizadas con el mismo material que los railes por los cuales se procedia a elevar el material necesario hacia la parte alta de la cementera.
Aqui ya se puede observar una pequeña zona de railes
Curioso grabado en una losa del pasillo
Algunas de estas pinzas aun se podian abrir cayendo una pequeña dosis de grava sobre el suelo
Como he comentado anteriormente, estos son los railes a partir de los cuales circulaban las vagonetas para subir hasta la parte superior el material necesario para la fabricación del cemento. La altura total de todo el edificio es muy pero que muy considerable y las vagonetas se subian a través de una grua con una gran cuerda que iba a dar a un motor el cual realizaba la fuerza necesaria para subir todas las vagonetas cargadas.
Bonitas vistas desde esta altura
Seguimos ascendiendo a lo que sería la segunda altura sobre el nivel del suelo, algo parecido posiblemente a 3 o 4 pisos de altura.
Más maquinaria consumida por el óxido y una buena lección de poleas
La cinta transportadora, toda reventada
Una pequeña muestra de grasa en estado puro
Llegamos a la cima, donde la subida llega a su fin acabando en una especie de terraza donde encontramos la grua que da a parar a los railes y el motor que os he comentado anteriormente
Una vez observado toda la parte superior, volvemos para adentrarnos a las entrañas de la cementera y explorar toda la zona baja
Entramos a las antiguas oficinas y nos topamos con una inmensa cantidad de documentos por el suelo, muchos de ellos quemados, pero son suficiente para poder hacernos una idea y situarnos en el tiempo.
El B.O.E de Junio de 1975
Ahora de abajo hacia arriba. Comenzamos con los pasillos oscuros de la zona baja
La impresionante grua que todavia se conserva nos abre el paso a la zona intermedia de la cementera
Y comenzamos de nuevo con la maquinaria
Restos de uno de los posibles vagones
Tornillo sinfín, esta vez si ha tenido su final, el abandono
Engranajes de uno de los diversos motores que se encuentran en esta zona
La gravera más grande de todo el recinto
Más conductos y chimeneas
Y por último, nos despedimos con una foto de una de las diversas pasarelas las cuales puedes o no cruzar, bajo propio riesgo y en vuestras manos queda.
La leche, hacía mucho que no veía tanto óxido y chatarra juntos. Menudo lugar que elegiste para el bautismo¡¡ jeje
ResponderEliminarEs impresionante el tamaño de estas máquinas y parece ser que la espectacularidad del abandono es proporcional al tamaño de los engranajes, jeje
Buenísimas las fotos, si señor.
Saludos